Ange y Don
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Llegó bebé con 3.540 kg y 51 cm. Llegó en casa. Llegó frente al patio donde vive la lavanda y el romero, los cerdos y el corderito, los perros y las gallinas.
🌿El martes lo recibimos con calma y alegría en medio de las que pudieron haber sido causas de mucha intervención en otros lugares. Pero no aquí, en casa de la Partera donde estoy.
La pareja llegó tranquila muy tempranito, venía también la abuela del bebé, apoyando y conformando esta tribu de contención. Todos pasaron a la habitación calientita por el mismo sol que entraba por las ventanas.
A pesar de estar en una etapa bastante avanzada, la madre que estaba a punto de parir estaba en aparente calma, respirando tras cada expansión, entregada a su cuerpo.Su mirada nos veía y no nos veía, evidentemente su viaje por su bebé había comenzado y ella en vaivén iba y venía de ese sitio donde están los bebés antes de tocar el aire de este mundo.
Caminaba en la habitación de parto, observaba las pelotas, los banquitos de parto y el largo fular donde podía colgarse, no usó nada de eso. Sus piernas fueron su propio sostén mientras su bebé avanzaba.Su historia la acompañó, y sus emociones se dejaron ver en un meconio que salió junto con el líquido. Se sabe que el meconio <por si solo> no hace daño al bebé (favor de informarse del mito del meconio).
La Partera lo sabía y decidió mejor actuar sobre las emociones de la madre, y acompañarla en el proceso emocional y físico, sintió a su bebé, había un reborde fuerte en el cuello del útero, invitó a la madre a una posición distinta. La Posición ayudó... Bebé venía sano, su latido indicaba que aún con todo aquello, estaba bien. La madre sabía todo en su ser, su cuerpo, el meconio, el reborde, sus miedos, su confianza, su certeza, su no voltear atrás, su poder. Lo sabía y lo dejó ser. No pensó. Conectó con su instinto. Sintió lo que sentía y lo dejó ser.
El pujo inició. El padre a un lado viviendo el pujo en contacto directo con el cuerpo de su esposa y de su bebé.La Partera sujetando el reborde, la mamá apoyaba su peso sobre nosotros. El Padre al lado sujetaba a su esposa. La abuela conteniendo y apoyando en silencio y en presencia.
Bebé llegó, y tras él las lágrimas de su madre. Lo logró! Logró atravesar todo aquello que solo ella supo, solo ella. Mientras nosotros la acompañábamos. Sin ninguna interrupción bebé fue directo al pecho y corazón de su madre, reconoció su hábitat, lloró una nada porque sabía que estaba en su hogar, su madre y su padre.
5 minutos después la placenta fue alumbrada, sin esfuerzo (las placentas no son jaladas), nos sorprendió de repente con su suave llegada. Todo estaba liberado y fluido. No hubo ni un milímetro de desgarre. La madre estaba fuerte, el bebé estaba hermoso y cachetón. El Papá estaba orgulloso y la abuela tranquila.
Sobra decir que bebé amamantó durante la primera hora de nacido y no fue separado nunca de su madre.
La celebración de esa mañana continuó con Sopa calientita y Té.
🌿Después de este bellísimo recibimiento en casa de la Partera, solo paso por aquí para decirte:
Mujer...Sabes Parir y Será un Placer.
Con Cariño,Thania M.
🌷 G r a c i a s Mine por compartir tu sabiduría de Partera, tu herencia de la Tradición, tus manos que saben andar. Tu Palabra certera. Tu tierra enraizada.
🌷 G r a c i a s Ange..., Don.... y Bebito, por haber compartido el momento de su nacimiento conmigo. Lo atesoro en el corazón de cada célula, como memoria de nuestra sabiduría más primal.