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🌖La Luna, El Embarazo y La Salud.🌖

  • Thania Medina
  • 7 abr 2020
  • 3 Min. de lectura

Hace mucho que dejé de ser partidaria de la evidencia científica como base para validar un saber ancestral. Con esta nueva frase de que ahora hay evidencia científica o lo dice la ciencia, minimizamos colectivamente muchas veces un saber tan íntimo, tan personal, tan histórico, tan genealógico, tan humano a falta de que esté avalado por un gran laboratorio o institución o figura con mil títulos.


Y terminamos pidiendo validación afuera de cosas que en principio sabemos dentro.

⭕️Con el tiempo Lo que llaman hoy Ciencia, que en realidad es otra cosa, ha tomado un lugar hasta en la validación de saberes. No hay que abusar de esta frase de la evidencia científica como si la experticia sobre nosotros sea ajena, sea de otros sobre nosotros. Aunque eso pueda ser muy cómodo cuando nos toma real tiempo y esfuerzo hacernos cargo de nosotros, nuestros cuerpos, nuestros patrones, nuestra elecciones.


⭕️La luna por ejemplo observada y encuerpada por nuestros antepasados, siendo un reloj biológico (vivo y al servicio de la vida) en temas de FERTILIDAD de la tierra, de las mujeres. Todo un cuerpo con una energía magnética tal, capaz de subir y modelar las mareas de océanos enteros, y de favorecer con su justa medida cosechas enteras, se observó por miles de años como un imán magnético no solo sobre los mares y sobre la tierra sino también sobre los seres humanos, en específico sobre las mujeres.


Las aguas que nos habitan dentro del cuerpo fueron observadas en su comportamiento con el paso de las fases lunares. Ahora y con el tiempo sociedades enteras parecieran haber olvidado los efectos físicos de la luna sobre nosotros, y por físicos incluyo también emocionales por ser parte de la cascada bioquímica de hormonas que vive en nuestro sistema endocrino. Todo ello a nuestro favor si escucháramos nuevamente a ese reloj cuyo ritmo es vital, Bio-lógico.


⭕️Así las EMBARAZADAS no son la excepción, de hecho al embarazo mismo se le identifica como en una permanente Luna llena aunque el mundo por fuera recorra todas las fases mes a mes. Sin embargo en el embarazo tal cual luna llena, las mareas se mantienen altas, los líquidos del cuerpo aumentan, sus hormonas fluyen con intensidad y se dejan entrever en un sin fin de emociones de todo tipo que continúan manifestándose incluso después del parto. Y nos hablan del balance que hay en los líquidos del cuerpo recién parido, cosa que si sabemos escuchar nos evitará las hoy de moda depresiones postparto.


Por eso y por muchas otras cosas, hay que recordar que nuestros cuerpos son así, casi como nos sentimos y no como nos dicen que hemos de sentirnos, no son raros, ni exagerados ni dramáticos. Son MAGNÉTICOS tal cual la luna. Respondemos a esos estímulos externos, al final de cuentas por fin podemos comprender que la conexión con lo que nos rodea incluso a miles de kilómetros como la luna, es REAL.


⭕️Entendiendo esto, habremos de tomar conciencia lo más posible de aquellos elementos magnéticos y metálicos en nuestro cuerpo. Sí -METÁLICOS-. No por nada el HIERRO (metal) es uno de los personajes más importantes para un embarazo y parto saludable. Esto no es nuevo, ni tampoco lo inventó la llamada ciencia aunque a la fecha hayan mil estudios científicos sobre ello.


⭕️Cualquier cosa que equilibre nuestro campo metálico (magnético), es BÁSICA para el AUTOCUIDADO en el embarazo y en el no embarazo. Nuestra Sangre depende de ello. De hecho uno de los desequilibrios (o enfermedades) de más mención en el embarazo (y en la sociedad) es la HOY famosa diabetes, que es justo una enfermedad de la Sangre. (Enfermedad viene del latín in-firmus, significa no firme (falto de firmeza). ¿Y qué es eso que hace que la sangre en-ferme? Empezamos por el Azúcar ( y sus efectos sobre el río (sangre) de nuestro metal de hierro justo el que nos da -firmeza y solidez- hablando de infirmus).


Y así como el azúcar, las harinas, las radiaciones micro y macro, tienen un efecto en la firmeza de los metales de nuestro cuerpo. Esto no es nuevo tampoco, y no haría falta un estudio científico que lo demostrara, aunque haya montones, si tan solo volviéramos como los ancestros a observar la luna de afuera y la luna que nos habita dentro.


El Latín in-firmus, de enfermedad, nos habla de que algo no está firme.

Que no sea eso pues nuestra propia voluntad, que sabiendo lo que sabe, elija ignorarlo. Nuestra salud se recrea en cada elección. No en el miedo. Sino en el sano cuestionamiento de lo que hacemos en lo cotidiano.


🌺Elijamos pues el Autoconocimiento, El Autocuidado, dejemos de inventar -héroes de nuestra salud- para atribuirles aquéllo que en principio es una responsabilidad propia. Elijamos observar la Luna dentro y fuera, Elijamos la autovalidación, Elijamos el Saber primigenio, el que ha permanecido justo porque su base es la base de la vida misma.


Por Thania Medina.

 
 
 

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